Luego del fatídico accidente que tuvo el pasado domingo el piloto británico Dan Wheldon en la IndyCar Series, el jefe de la escudería Ferrari, Stefano Domenicali, expresó su reconocimiento a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por su incesante trabajo en la seguridad de los autos y pilotos en la Fórmula 1.

Tras conocer el penoso incidente, el directivo italiano expresó: "Esta clase de imágenes le hacen recordar a uno que el automovilismo siempre es peligroso, con la muerte siempre estando en espera. Sin embargo, al mismo tiempo uno necesita reconocer y apreciar aún más los esfuerzos que se han hecho en los últimos años para incrementar el nivel de seguridad en los autos de Fórmula 1 y en los circuitos en los que se compite. El riesgo nunca podrá ser erradicado, pero puede ser reducido y debemos agradecer a la Federación Internacional del Automóvil por su constante esfuerzo en este asunto, quizá incluso donde es más importante, en las carreteras", expresó Domenicali.

La muerte de Dan Wheldon impactó de gran forma al equipo italiano, donde una gran parte de sus integrantes que se encontraban en el aeropuerto de Incheon (Corea), observaron en directo lo acontecido en el óvalo de Las Vegas.

El Instituto FIA es el organismo encargado del desarrollo y de mejorar la seguridad y la sostenibilidad del automovilismo en todas las regiones del mundo. Lidera proyectos que fomentan el rápido desarrollo de nuevas y mejoradas tecnologías en seguridad, que facilitan los altos estándares de educación y entrenamiento, incrementando así el conocimiento pleno de este aspecto. Fue establecido en 2004 por la FIA y la Fundación FIA.

Gracias a la extrema seguridad de la Fórmula 1, dos pilotos que sufrieron recientemente graves accidentes como Felipe Massa (Hungría 2009) y Sergio Pérez (Mónaco 2011), fueron protegidos de gran forma. Si estos incidentes hubieran ocurrido en el pasado, con un alto grado de certeza su suerte no hubiera sido la misma.

La última vez que en la Fórmula 1 se produjo un hecho fatídico fue en 1994, cuando Roland Ratzenberger y Ayrton Senna fallecieron en el Gran Premio de Imola en San Marino, el 30 de abril y 1 de mayo respectivamente.